miércoles, 12 de octubre de 2011 Publicado por María García Esperón Posted in

Se suceden siempre los días


Se suceden siempre los días
con desgana y ruidos,
aquí ha olvidado ya su traje inútil.
Quién será el mínimo culpable
de tanto desamor.

En Olleir, casi con seguridad,
las llamas.
Recuerda personas que no hubo,
la muñeca de hule
o la muchacha invisible.

Le crece el tiempo
sobre las rodillas, unta con betún
la exagerada tristeza.
Ella lo abraza y todo ha terminado.



(C) Luis Miguel Rabanal
Mortajas
Voz. Luis Miguel Rabanal
Música: L. Einaudi
Edición: María García Esperón
MMXI